Junto con En Lugar del Abracadabra (Patrik Eklund), Marisa (Nacho Vigalondo) y Rosenhill (Johan Lundborg, Johan Storm), os recomiendo Ingrávido, para mi uno de los mejores cortometrajes del año.
Actualizado: Análisis (para satisfacer al fiel lector bakaburra)
El cortometraje como tal comienza después del título. El tal Oliver no quiere resultar obvio y la bella e inquietante introducción tiene como objetivo confundirnos un poco. Es útil para comprender cualquier cosa, incluido este cortometraje, escribir en un papel lo que hemos visto. Primero, enunciarlo de la forma más simple y objetiva posible e ir añadiendo posibles interpretaciones.
Entonces, ¿que vemos después del título?
Un grupo de niños en una enorme mansión, en medio de un bosque. Parece que no hay adultos a la vista.
Un niño intenta hacer volar, sin éxito, una cometa.
Una adolescente enseña rigurosamente cómo coger una tacita de té a unas niñas más pequeñas. En su regazo lleva una muñeca que representa a una monja.
Una de las niñas se aburre y juega (modela) un trozo de papel. La adolescente, a partir de ahora, la niñera, la reprende y le rompe el papel.
La niña se rebela. La otra niña la sigue. La niñera se aferra a la muñeca de la monja y mira con preocupación a una ventana desde donde, tal vez, el adulto que ha dejado a las niñas a su cargo puede estar observándola.
El niño intenta otra vez hacer volar la cometa pero no puede. Mira a los árboles e intuye lo que ocurre. Le han regalado una cometa, que podría representar su imaginación, su creatividad, pero no tiene el aire suficiente para hacerla volar, o en otras palabras, el entorno no es el adecuado.
Una adolescente enseña rigurosamente cómo coger una tacita de té a unas niñas más pequeñas. En su regazo lleva una muñeca que representa a una monja.
Una de las niñas se aburre y juega (modela) un trozo de papel. La adolescente, a partir de ahora, la niñera, la reprende y le rompe el papel.
La niña se rebela. La otra niña la sigue. La niñera se aferra a la muñeca de la monja y mira con preocupación a una ventana desde donde, tal vez, el adulto que ha dejado a las niñas a su cargo puede estar observándola.
El niño intenta otra vez hacer volar la cometa pero no puede. Mira a los árboles e intuye lo que ocurre. Le han regalado una cometa, que podría representar su imaginación, su creatividad, pero no tiene el aire suficiente para hacerla volar, o en otras palabras, el entorno no es el adecuado.
Corre y tropieza justo delante de unas frutas rojas. Las frutas prohibidas. Representan todo lo que -a ojos de la moral de aquella época- no se debe hacer. Incluido el sexo.
La niñera se resiste pero finalmente, en una deliciosa escena iniciática, rompe las normas, se deja llevar por la curiosidad, por el deseo y come las frutas.
En la siguiente escena, vemos como la niñera pinta los labios a la niña más pequeña bajo la mirada ensimismada del chico.
La niñera abandona a la monja en el hueco de un árbol y con ello, se desprende de una tradición estricta y castradora (la educación religiosa) que busca anular cualquier atisbo de sensualidad, riesgo y emoción.
El niño de la cometa se unta la cara con barro y sopla. La imagen recuerda a Génesis (2:6): «Entonces Jehová formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un alma viviente». Esto convierte a la escena en una bonita metáfora: una vez nos hemos desprendido de la religión, de la idea de Dios como creador y juez, pasamos a ser creadores de nuestra realidad. Nos convertimos en seres completos (lo que Nietzche denomina «superhombre»), guiados exclusivamente por nosotros mismos.
Aquí es donde el cortometraje da un giro INESPERADO.
La niña deja de contar y destapa sus ojos. Despierta del sueño. Nótese la brillantez de la idea. La similitud entre abrir los ojos al despertar y la de comenzar a buscar a tus compañeros en el juego del escondite. Encuentra la muñeca de monja y -no es casualidad- un adocenado borreguito de juguete.
De repente, ve a los demás estirados en la fuente, ¿están dormidos empachados por una indigestión? ¿están muertos porque eran frutas venenosas? ¿Tiene razón la estricta educación y moral al advertirnos de según que tentaciones?
Nunca lo sabremos. De la misma manera que en la vida tampoco sabemos si debemos hacer «lo socialmente aceptado como correcto y seguro» o lo que realmente queremos (con los riesgos que eso implica).
En cualquier caso, los niños -dormidos o muertos- comparten un sueño: Hacer volar la cometa.
En la playa, ya no hay árboles que impidan que corra el aire. La cometa se eleva con fastuosa facilidad.
Al ver la cometa en lo alto, los niños saltan de alegría durante un instante. Pero algo no funciona. Los niños entienden que están intentando dominar a la cometa que lucha por subir más y más alto. Y eso es exactamente lo que están haciendo con ellos. Con su creatividad, con su imaginación.
La niñera abandona a la monja en el hueco de un árbol y con ello, se desprende de una tradición estricta y castradora (la educación religiosa) que busca anular cualquier atisbo de sensualidad, riesgo y emoción.
Aquí es donde el cortometraje da un giro INESPERADO.
La niña deja de contar y destapa sus ojos. Despierta del sueño. Nótese la brillantez de la idea. La similitud entre abrir los ojos al despertar y la de comenzar a buscar a tus compañeros en el juego del escondite. Encuentra la muñeca de monja y -no es casualidad- un adocenado borreguito de juguete.
De repente, ve a los demás estirados en la fuente, ¿están dormidos empachados por una indigestión? ¿están muertos porque eran frutas venenosas? ¿Tiene razón la estricta educación y moral al advertirnos de según que tentaciones?
Nunca lo sabremos. De la misma manera que en la vida tampoco sabemos si debemos hacer «lo socialmente aceptado como correcto y seguro» o lo que realmente queremos (con los riesgos que eso implica).
En cualquier caso, los niños -dormidos o muertos- comparten un sueño: Hacer volar la cometa.
En la playa, ya no hay árboles que impidan que corra el aire. La cometa se eleva con fastuosa facilidad.
Pues ustéd dirá...porque no me he enterao de nada. Rollo Peter Pan? no crecer? mantener la ilusión y la libertad de un churumbel?...
ResponderEliminarMe hago mayor y cada vez me cuesta más pillar las cosas....
Básicamente es eso. No se menosprecie. No es usted tan tontín después de todo. Voy a actualizar el post con una explicación detallada con lo que yo creo. Porque usted lo vale.
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