En esta escena de Encadenados (Notorius, 1946), Hitchcock quiere subrayar visualmente el dominio que ejerce la madre sobre su hijo Alexander. Y lo hace utilizando un objetivo angular que exagera las diferencias de tamaño entre los objetos en función de lo cerca o lejos que se encuentren de la cámara.
Alexander, en segundo plano, es prácticamente un niño pequeño mientras que su madre, en primer plano, es una reina en su trono. La especie de corona que lleva no esta puesta por casualidad.
Cuando Alexander planta cara a su madre, se desplaza al mismo plano focal recuperando rápidamente su peso visual. Un pequeño movimiento circular y ahora es Alex, en contrapicado, quién domina la escena. Sencillo pero muy efectivo, como casi todo lo que suele plantear Sir Alfred.
Sencillo pero genial. Un claro ejemplo de cómo la puesta en escena, en el cine, lo es todo.
ResponderEliminarSaludos.
Me da la impresión incluso que para enfatizar esa primera impresión hay un falso suelo más bajo donde está situado Alexander. Cuando éste da el primer paso parece un poco forzado como si estuviera subiendo un escalón.
ResponderEliminarAcertado ejemplo.
Saludos
Hola Panov, bienvenido
ResponderEliminarCierto, es muy posible qu haya un escalón o algún tipo de inclinación. Otra cosa que me parece exagerada es el tamaño de la puerta. Vale que las puertas de las mansiones son grandes pero ¡tanto!
Maravilloso hallazgo visual. Las películas de la etapa madura de Hitchcock son manuales de ciencia cinematográfica. Es casi imposible encontrar un plano que no esté calculado con escuadra y cartabón.
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